sábado, 16 de mayo de 2020

ESTILO DE CUARENTENA

Llevo 60+ días en cuarentena dada la actual pandemia por el COVID-19. Al estar tanto tiempo en casa, porque afortunadamente tengo el privilegio de no tener necesidad de salir, me he puesto a pensar  mucho en cómo ha afectado mi forma de vestir. El otro día recordaba que en mi trabajo anterior, tenía algunas restricciones en cuanto a vestimenta por cuestiones de seguridad, ya que estaba dentro de una nave industrial. La opción más práctica y sin tener que ponerle tanto coco era: jeans + playera + tennis. Eso me hacía sentir super básica, así que (cuando me levantaba temprano) trataba de probar con diferentes tipos de pantalones, chamarras, calzado o yuxtaposición de prendas para expresar mi estilo.

Una vez que pude estar más tiempo en mi casa (pre-cuarentena), me sentía con mayor libertad de ponerme cosas que me gustaban más y combinar outfits sin considerar restricción alguna; al yo no ir a trabajar, podía ponerme lo que quisiera. Poco tiempo después, se desató la emergencia sanitaria y en México se comenzaba a hablar de hacer cuerentena voluntaria para ayudar a aplanar la curva de contagios. Mis papás y yo comenzamos oficialmente el 15 de marzo. Hacemos el súper en línea, pagamos servicios a través de apps, compramos únicamente lo esencial y no hemos visto a mis hermanos, mi novio o amigos en dos meses. Aún así dentro de lo que cabe, la hemos pasado bastante bien.

Al principio me la vivía en biker shorts, faldas y vestidos porque también era el comienzo de la primavera y el clima lo ameritaba. De alguna forma, resultó conveniente (ish) ya que disfrutaba del buen tiempo sin que nadie me molestara en la calle (ventajas sad de la cuerentena). Pero conforme el tiempo iba pasando y pues sin mucho que hacer (aparte claro, del quehacer), mi vestimenta comenzó a consistir en diferentes versiones de mi pijama. Debo aclarar que antes si tenía conjuntos de pijama, actualmente es cualquier pantalón o short holgado y una playera.

Eso me hizo preguntarme si me visto para mi, para otros, o para salir. Por ejemplo, para el cumpleaños de mi novio, me arreglé un poco más, sólo para verlo a través de una pantalla. Aunque él me dice que me veo bien con cualquier cosa, quise esforzarme por ser una ocasión especial.

Actualmente ponerme jeans se siente cómo un logro. Eso que me hacía sentir básica, hoy me hace sentir un poco más normal en tiempos de mucha incertidumbre. Lo que he podido concluir hasta ahora es que en efecto antes mis actividades, lugares a donde iba, o incluso las personas a las que vería, influían con gran peso en la forma en que me vestía. Y ahora que las cosas son diferentes, a veces es difícil encontrar la motivación para armarme un mega outfit. Aprendí que también está bien abrazar la pijama y no presionarme para arreglarme más a diario. Jeans + playera + chanclas (siendo honesta, aún no estoy en el punto de ponerme calzado que requiera más que sólo deslizar mi pies dentro) es suficiente para mi, y no es de todos los días. Otra cosa que descubrí, es que mi mamá, desde que mis hermanos y yo eramos pequeños, siempre nos hacía cuidar nuestra ropa, dejándo la mejor "para salir", y ese chip es difícil de reconfigurar, pero está bien ponerse lo que a uno le da la gana y no esperar una ocasión especial para usar lo mejor de mi closet porque, al menos por un rato, no voy a salir a ningún lado.





La pandemia nos ha pegado a todos. Sólo para aclarar, quiero decir que estoy perfectamente consciente de que la manera en que influye sobre mi forma de vestir es lo menos importante; sólo digo que es de las pocas cosas sobre las que siento que tengo control, y eso está bien también. Espero que todos estén haciendo su parte y se mantengan a salvo en casa, que seamos responsables y así podamos salir de ésta pronto.




lunes, 4 de mayo de 2020

MET GALA: EDICIÓN COVID-19

Hoy es el primer lunes de mayo, día que cada año es esperado por los amantes de la moda ya que es cuando se celebra el Met Gala. Es sólo uno de los eventos más exclusivos del mundo, donde se recaudan los fondos que conformarán el presupuesto del Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Arte de la Ciudad de Nueva York.

Este año, los anfitriones son Emma Stone, Meryl Streep, Lin-Manuel Miranda y Nicholas Ghesquiere, el director creativo de la firma Louis Vuitton, junto con, por supuesto, Anna Wintour, editora en jefe de la revista Vogue americana y directora creativa de Condé Nast. 2020 también marca el aniversario número 150 del MET. La temática, About time: fashion and duration, es un vistazo al último siglo y medio de moda y cómo ésta sigue un patrón cíclico, repitiendo formas y siluetas a lo largo de la historia.




 La exhibición en parte está inspirada en el trabajo de la escritora británica Virginia Woolf, en especial la novela Orlando que fue adaptada para la pantalla en 1992, protagonizada por Tilda Swinton. Dicha obra y película están contextualizadas en diferentes épocas que se ven reflejadas a través del vestuario. Hay una escena en partícular que captó la atención de Andrew Bolton, el actual conservador del Instituto de Vestuario del MET, donde se puede observar al personaje pricipal, entrar a un laberinto en una época y salir en otra. Haciendo alusión a que el avance de la moda no es líneal, no hay un principio o un final, la moda no está en el pasado o en el futuro, sino en el ahora.




Me parece que es un tema bastante interesante ya que se toca el tema de la evolución de la industria de la moda. Por razones que todos conocemos, el Met Gala fue pospuesto y la exposición que normalemente está abierta al público desde mayo a septiembre, estará disponible de octubre del presente a febrero del próximo año. Así cómo todas las industrias, la de la moda se ha visto afectada por la pandemia, y asumo que habrán cambios. Después de todo, aunque todos esperamos regresar a la "normalidad", dudo mucho que las cosas sean exactamente cómo antes, y la forma en que vestimos y las tendencias que seguimos para hacerlo deberán reflejarlo en cierto modo. Quizás sea tiempo de revisar el pasado y el impacto que han tenido eventos similares al que estamos cruzando, en la economía, comercio, hábitos de compra y por ende, la moda. 

Ahora, cómo tenemos que esperar hasta más adelante en el año para poder ver los looks que la alfombra de este año ofrece.... me dediqué a recopilar mis atuendos favoritos de galas pasadas. El Met Gala cómo tal, inició en 1995 con el tema Haute Couture, pero para ser franca, el código de vestimenta no se llevaba cómo en sus más recientes ediciones, así que los looks no eran del todo interesantes. Pero a inicios de la década pasada, el evento se publicitó más y celebridades junto con estilistas empezaron a experimentar más con las temáticas, haciendo de este evento muchísimo más memorable y esperado.

2011 - Alexander McQueen: Savage Beauty



Gwyneth Paltrow en Stella McCartney

Blake Lively en Chanel

Anna dello Russo en Alexander McQueen


2013- Punk: Chaos to Couture



Rooney Mara en Givenchy Haute Couture

Miley Cyrus en Marc Jacobs

Anne Hathaway en Valentino


2016 - Manus x Machina: Fashion in an Age of Technology



Calire Dains en Zac Posen

Selena Gomez en Louis Vuitton

Poppy Delevigne en Marchesa


2018 - Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination



Rihanna en Maison Margiela

Rosie Huntington-Whiteley en Ralph Lauren

Zendaya en Versace



2019 - CAMP: Notes on Fashion


Ezra Miller en Burberry

Céline Dion en Oscar de la Renta

Sophie Turner y Joe Jonas en Louis Vuitton


Debo decir que fue divertido revisitar ediciones pasadas, incluso revisar mis propias listas de mejores vestidos, algunas han cambiado, pero hay looks que hasta la fecha no he podido superar. Espero que pronto tengamos una nueva alfombra de la cuál conversar. 


Fotos de vogue.es























martes, 3 de marzo de 2020

LE TENGO MIEDO A LOS BIKINIS

Tengo una confesión que hacer, que puede parecer no gran cosa, pero para mí lo es: tengo 28 años y jamás me he puesto bikini. Al menos no en público, alguna vez me probé uno y me lo compré pero jamás lo usé y ya me deshice de él.


Y ya sé, siendo jarocha es una verdadera desgracia, aunque en mi defensa, vivo en una parte del país donde no hay playas o muchas albercas de fácil acceso. Aún así, excusas. La verdad es que la idea de usar bikini me causa pavor. Las razones son muchas, algunas demasiado personales para compartir en este espacio, pero creo que el motivo principal es que siempre creí que no tengo un bikini body.  

En tiempos recientes, es más común ver una mayor inclusividad por parte de diferentes marcas en el mercado, lo cuál me parece increíble para nuevas generaciones, pero me salta mucho que platicando con muchas chicas de mi edad o íncluso algo menores, aún nos sigue persiguiendo la idea de que existe un estándar de belleza establecido. Un conjunto de medidas, un rango de altura, textura de cabello, color de piel o facciones en específico, que por mucho tiempo revistas, películas, televisión y actualmente también las redes sociales nos han vendido, y lo peor, lo hemos comprado.

Inamorata Swim

Swim Society

Mala Swimwear
No fue hasta que tuve una conversación con mi novio que pude ver las cosas de una manera un  poco diferente. Ahora, estoy consciente de que tener esta revelación gracias a la perspectiva de otra persona, en especial mi pareja no es del todo ideal, ideal hubiera sido aprender esto por mi cuenta, pero esa fue mi experiencia personal. Dejando eso de lado, lo que él me explicaba, es que aunque el cuento del estándar de belleza es cierto para muchas personas, para la mayoría, no es el caso. El dicho "siempre hay un roto para un descosido" es real. Aunque todo el mundo puede apreciar la lógica y la obviedad del estándar de belleza "establecido", la mayoría de la gente tiene gustos y preferencias tremendamente diferentes y no les importa si cumples por completo o para nada con dicha lista.

Victoria's Secret

Oysho

Shein

Por ende, no existe un sólo tipo de cuerpo para usar y lucir un bikini, o francamente cualquier prenda. Lo cuál ayuda bastante a dejar el miedo atrás. Aunque no hago ningún tipo de promesa, es un proceso de poquito a poquito, baby steps. También necesito playa para realmente sacarle provecho. Lo que si me da mucho gusto es que cada vez hay más visibilidad para otros tipos de belleza, otros tipos de cuerpo y que ya seamos más las que sabemos que no tenemos que "encajar" para darnos permiso de gustarnos y sentirnos bien en nuestra piel y nuestro cuerpo.

Ilustración hecha por mi.

domingo, 9 de febrero de 2020

STYLE ICONS: LARA JEAN SONG COVEY

To all the boys I've loved before, es una película que se estrenó en Netflix en el año 2018, basada en la novela homónima de Jenny Han, publicada en 2014. Es la historia del romance falso entre Lara Jean y Peter Kavinsky, que comienza por una serie de cartas que Lara Jean escribió a cada chico del que se ha enamorado, cartas que nunca debieron ser enviadas ya que las conservaba en secreto. Y ya que la secuela, TATBILB: P.s I still love you, está por estrenarse, quiero hablar del estilo de su protagonista.



La diseñadora de vestuario es la nominada al Emmy, Rafaella Ravinobich, quien previamente trabajó en producciones cómo Supergirl, Once upon a time, Flash y Lucifer. En una entrevista para el sitio VOX, mencionó que mucho de la inspiración detrás del estilo de Lara Jean, proviene de la época de los 90's. Personalidades cómo Wynonna Ryder, Claire Daines, Sarah Jessica Parker e incluso Alicia Silverstone como Cher Horowitz en Cluless, así que hay bastantes elementos de nostalgia noventera en la película.


Lara Jean es mitad americana y mitad coreana, y sus raíces están muy presentes en su forma de vestir. Es bastante tímida, adicta a las novelas románticas, soñadora y muy dulce, pero con edge. Aunque puede parecer la típica chica buena, a lo largo de la película la vemos evolucionar, mostrar un poco de rebeldía y para el final, llenarse de coraje y valentía. Su estilo refleja un poco de eso, aun que la mayoría de sus conjuntos son algo preppy.



Lo que más me gusta de Lara Jean, es que no teme en jugar con colores, formas y texturas, además de su manejo de proporciones. Lana Condor, la actriz que interpreta a Lara Jean, no es la típica protagonista de película adolescente, es una mujer curvilínea y cada outfit de la peli muestra su forma sin sobre exponerla y aún representando a una chica de preparatoria. Su uso de accesorios también es increíble, con accesorios para el pelo (además de diferntes peinados) cómo sus clásicas scrunchies y boinas. Pienso que el estilo de Lara Jean es un poco cómo su armadura, a pesar de ser tímida y estar acostumbrada a "ser invisible", se viste para ser notada y sobresalir.


                                 
TATBILB es de mis pelis favoritas por múltiples razones, me identifico con Lara Jean porque ambas somos románticas empedernidas, somos un tanto tímidas, pero hay un amor latente por la expresión personal a través de la ropa. Aunque mi estilo y el de Lara Jean no son del todo similares, me encanta que el vestuario haya tenido tanta presencia en la peli. 

Fotos de Indiewire.com, ilustración hecha por mi.

martes, 4 de febrero de 2020

CURRENTLY OBSESSED: DIADEMAS

Últimamente, he estado encantada con las diademas. Mi pelo tiene personalidad propia, y al no ser lacio u ondulado al 100, puede llegar a ser bastante tedioso estilizarlo, además de que no me está gustando tanto aplicarle calor a diario. ENTER : la diadema; que es la solución perfecta porque, no importa cómo sea tu cabello o el tiempo con el que dispongas para arreglarte, con una diadema estás prácticamente lista.


Actualmente, son súper tendencia, sin embargo, han estado presentes desde tiempos muy antiguos. La palabra diadema se deriva del idioma griego y siginifica "atar". Las primeras diademas fueron usadas por mujeres griegas y romanas, que adornaban su cabello con cintas ceñidas a la cabeza. De ahí los griegos usaban diademas confeccionadas con ramas y hojas de laurel u olivo para coronar a los ganadores de juegos, y los romanos a sus emperadores, por lo que tienen fuertes connotaciones de victoria y superioridad.

También tienen presencia en la mitología, donde su origen se le atribuye a diferentes personajes cómo Baco, Saturno, Júpiter, Jano e Isis. También compuestas de ramas y flores, por lo general usadas después de algún tipo de victoria y servían para pagar tributo a los dioses.

Aun que no deben confundirse con las tiaras, ya que éstas están más relacionadas con la realeza, se puede decir que son la versión toned-down y adecuadas para todos los días.

Forever 21

Todomoda

Zara

Para mi se han vuelto de mis accesorios favoritos para dominar mi melena, me hacen sentir instantáneamente más arreglada, además de que le dan un punch a cualquier outfit. Hoy en día existen muchas opciones diferentes de texturas, formas y tamaños para experimentar. Personalmente me he dado chance de probar formas un tanto más "exageradas", ¡y me encantan! Me gustan tanto que hasta puse manos a la obra y me puse a ver tutoriales para crear un par hechas por mi; las manualidades no son lo mío, pero de hecho disfrute mucho hacerlas, seguro con más práctica no me saldrán tan chuecas.

Ilustración hecha por mi y fotos de Jonathan Rosales, aka bombón.

martes, 17 de diciembre de 2019

DOS AÑOS DESPUÉS

Siento que he descuidado y abandonado el blog en varias ocasiones, cómo para hacer una entrada de "bienvenida" cada que decido retomarlo; así que vayamos al grano. Mi última entrada, fue la que me tardé más en escribir, refinar y ajustar, antes de publicar. Hablaba de la cultura del acoso, principalmente en Estados Unidos, tras los numerosos escándalos de la industria del entretenimiento; y la repercusión que tiene en nuestras decisiones cómo mujeres (en su mayoría), al momento de vestirnos, ya que se nos suele culpar, deslindado al agresor.

La entrada la publiqué en Noviembre del año 2017, y hoy, a finales del 2019, se puede decir que en efecto, si ha habido un cambio... pero para peor. Primero que nada quiero aclarar que escribo y me expreso desde una posición de PRIVILEGIO. Es importante tener esto en mente ya que muchas veces se generan malentendidos de gente que no sabe reconocer el suyo. Soy una mujer de clase media-alta, vivo con mis papás, tengo título universitario, no estoy casada, no tengo hijos, rara vez uso el transporte público. Todo esto me diferencía de miles y miles de mujeres, lo cuál me hace imposible comprender al 100% su dolor, desesperación y enojo; sin embargo, precisamente porque estoy en una posición de privilegio, elijo la empatía. Y aunque no me sea posible entender por completo, no quiero descartar realidades diferentes a la mía.

Siento que vivímos en un tiempo donde el tema del día es la nueva protesta, el nuevo performance o canción. A diario veo posts de alertas Amber buscando a alguien nuevo. Cada día veo fotos y fotos de cuerpos abandonados cómo si fueran bolsas de basura en el camino. Y sigue habiendo gente indignada por monumentos o marchas. Estoy 100% de acuerdo en que no son las formas. Pero vivir con miedo en la escuela, el transporte público, el trabajo, en una fiesta o incluso en tu propia casa, tampoco es forma de vivir. Llega un punto en que no se ve otra salida, más que responder violencia con otro tipo de violencia, aunque no se alcance siquiera a equiparar.

Dicho todo esto, no aplaudo la vandalización, pero si la valentía de las personas que deciden protestar en nombre de muchas que ya no pueden hacerlo. No condono actos de violencia, pero si realzo la determinación de todas y todos aquellos que expresan su hartazgo y exigen derechos básicos y vida digna para TODOS.

Al resto de nosotros, todo el "asunto" nos puede resultar incómodo, pero creo que en muchas ocasiones, la incomodidad es combustible para generar acción y cambio. Siempre va a haber algo que nos genere algún inconveniente, pero nunca se va a poder comparar con una vida.

Cómo siempre, no espero solucionar los problemas del mundo desde mi computadora, escribiendo en mi blog. Pero es mi plataforma para expresarme, y así llegue a sólo 10 personas, la utilizo para hablar de temas que son importantes para mí y para las personas a mi alrededor.

Si estás en el Estado de México y te encuentras en una situación de violencia de género, puedes comunicarte a la línea 800 10 84 053, para recibir atención, intervención en crisis, apoyo psicológico y asesoría jurídica de primera mano. 

lunes, 20 de noviembre de 2017

FASHIONABLY SAFE?

Si estás leyendo esto, te agradezco, porque ésta es una entrada que llevo escribiendo unos buenos 5 meses, me ha costado mucho terminar porque es sobre un tema del que quisiera que no existiera la necesidad de hablar, pero creo que es importante iniciar una conversación sobre ello. Me refiero a la cultura de acoso y abuso sexual. BOOM. No se imaginan lo incómodo que fue escribir esa última frase; y probablemente no se sientan más cómodos conforme sigan leyendo, pero estamos en esto juntos... bear with me.

Últimamente han salido a la luz innumerables escándalos sobre acoso y abuso sexual por parte de importantes y poderosas (mantengan esta palabra en mente) personalidades en Estados Unidos; por parte de la industria del entretenimiento cómo Harvey Weinstein, Kevin Spacey, Louis C.K., Brett Ratner, Ed Westwick *miles de fans de GG lloran incontrolables*, Bill O'Reilly; en la política cómo Roy Moore y el mismo presidente Donald Trump, entre muchos otros. Esto ha traído consecuencias, pero sólo para algunos, lo que hace que me pregunte, ¿qué tan normal es este comportamiento entre personas que tienen posiciones de poder?, porque cómo se ha observado con las diferentes denuncias a los ya mencionados, muchos de los actos tuvieron lugar hace 30 ó 20 años, o simplemente seguían pasando y nadie decía nada. La complicidad le dio, por mucho tiempo, mucha fuerza a esta cultura. 

Mucha gente acusada argumenta su defensa en la adicción al sexo. No sé ustedes, pero para mí todo el tema de ser adicto al sexo se ha convertido en la excusa por excelencia. No tengo ningún tipo de credencial que me haga experta en el asunto, pero personalmente no creo en la adicción al sexo. No es como la adicción a la nicotina o el alcohol, ¿existen síntomas de abstinencia?, ¿hay cura? Yo opino que tiene que ver con PODER (recuerdan que les dije que mantuvieran el término en mente), que hay una necesidad de sentirse más que otra persona y eso los lleva a tener un comportamiento predatorio y arrebatar el poder a otros. Tal vez porque alguna vez alguien más les arrebató poder a ellos, no lo sé. De lo que si estoy 100% segura es que NUNCA es culpa de las víctimas.

Menciono esto porque otra parte de la cultura de acoso es el victim blaming. El siquiera pensar que la persona agredida tiene responsabilidad de los actos de otra persona es otorgarle inmunidad al agresor, justificar y normalizar su comportamiento. Por ejemplo, Donna Karan, diseñadora de modas establecida en la ciudad de Nueva York, declaró en defensa del mega productor Harvey Weinstein tras ser acusado por varias mujeres de violación y acoso sexual, diciendo que las víctimas fueron agredidas probablemente por vestirse de forma provocativa. O Mayim Bialik, (que sigue siendo una de mis personas favoritas), actriz en The Big Bang Theory, que menciona en un artículo que ella nunca fue acosada porque siempre ha llevado una vida "modesta". Desde entonces ambas se han disculpado por sus comentarios.



Ahora bien, siempre he dicho en el blog que la forma en que nos vestimos, lo que nos ponemos y nuestro estilo es otro outlet de comunicación. Cómo diseñadora, comunicadora visual y fan de la moda puedo entender que emitamos juicios basados en la apariencia, es condición humana. Pero quisiera que algo quedara sumamente claro, no importa cómo te vistas, no importa la cantidad de ropa que lleves puesta, no importa si una o varias personas te califiquen cómo inadecuada o inadecuado, no importa si quiera que vayas por la calle desnuda o desnudo. NADIE TIENE DERECHO DE IMPONER SU VOLUNTAD SOBRE LA TUYA. Menciono ambos géneros porque esto ya no es problema de sólo mujeres. Si la modestia, que siempre será un término relativo, fuera el factor determinante para ser o no agredido, sería lógico concluir que nadie puede ser violado en invierno, porque todo el mundo anda más cubierto. Sin embargo, éste no es el caso. Siempre es culpa del agresor, nunca de la víctima.

México por su puesto no se queda atrás. Específicamente hablando de ser mujer en nuestro país es prácticamente una hazaña. Existen tantas formas de agresión de género que muchas las llegamos a tolerar cómo parte de nuestro día a día. Es normal que una mujer piense dos veces en salir a solas a la calle, usar falda o vestido, salir a divertirse, tomar o disfrutar de su sexualidad; es cada vez más normal ver el desarrollo de múltiples apps y tecnología que faciliten localizarnos o alertar a nuestros contactos si estamos en peligro, avances increíbles y tristemente cada vez más necesarios.

De nuevo, cómo diseñadora, comunicadora visual y fan de la moda, me gusta experimentar con mi ropa y mi apariencia. Me inspiro de múltiples mujeres (hombres, as well). Juego mucho con mi ropa en mi clóset y me gusta probar varios atuendos. Sin embargo, siento muchas veces que me detengo. Porque no quisiera que nadie tomara mi look cómo una invitación. A lo mejor yo misma le otorgo más poder al asunto por limitarme y no vestirme cómo quiero. Siempre me criaron para ser una mujer segura y no tener miedo. A pesar de eso, no se imaginan (les hablo a ustedes, hombres) lo desalentador que es que te griten en la calle, el clásico piropo o el claxon a todo lo que da. Porque si me siento segura de mi pero no tanto de mis habilidades en defensa personal, I mean, ¿qué hago si las cosas se tornan físicas? ¿Quién pensaría que vestirse cómo una quiere resulte ser tan aterrador?

Una de las razones por las que me decidí a escribir la entrada, fue la frecuencia con la que tenía la misma conversación con varias mujeres. Cómo casi cada una tiene una experiencia con el acoso. Cómo muchas veces está relacionado con algo tan simple como un short o un uniforme escolar, pero que demuestra que no tienes que salir a la calle en lencería, la cultura del acoso dicta que alguien siempre te va a "sexualizar" y encontrarte provocativa. 

Con mi novio también platico mucho del asunto, me siento segura con él, me dice que puedo usar y ponerme lo que quiera porque él me protege. La meta obviamente es sentirme igual de segura, aunque no esté con él físicamente. Otra de las cosas de las que hablamos mucho, a Jon también le gusta mucho experimentar con sus looks, no se viste sin pensarlo, es todo un proceso cognitivo, lo cual se me hace de lo más cool. Pero también se detiene, hay veces en que siente que no puede usar otras cosas porque la gente no está acostumbrada y lo miran raro, a esto yo siempre le digo: yo quisiera tener tu libertad y que no tema por mi seguridad por ponerme lo que me gusta. 

Con tantas mujeres y hombres (recuerden que no es sólo problema de mujeres), denunciando y compartiendo sus testimonios, ser acosador me imagino que es cada vez más y más incómodo y difícil. Es cada vez más evidente que las víctimas no se van a quedar calladas; abren el camino y empoderan a otros para poder compartir su historia y que se haga justicia. Estamos siendo testigos de una etapa de cambios importantes, la cultura del acoso sexual y el abuso de poder se debilita de poco a poco. Aunque parece una epidemia en los medios porque casi a diario sale una historia nueva, el hecho de que se hable del tema es señal de que alguien decidió poner un alto. Ojalá pronto llegue el tiempo en donde nuestra preocupación cómo mujeres u hombres al salir a la calle sea sólo la de Jon, que nos vean raro porque no están acostumbrados a nuestro estilo. 

Si sigues leyendo esto, te agradezco de nuevo. No es el tema más digerible, pero es importante para mí y estoy segura de que para muchas mujeres también; no que no lo sea para hombres, pero es más común que las víctimas sean del sexo femenino, todo eso del "sexo débil" y demás B.S. (bullshit, mis queridos lectores). Si eres hombre puede que hayas aprendido un poco sobre cómo pueden llegar a sentirse las mujeres en tu vida y comprendas parte de lo que pasamos día a día. Que algo tan simple como vestirnos puede implicar un proceso más complicado que sólo pensar en qué está en tendencia, o qué combina con nuestra blusa nueva. Y si te sientes limitado también, que sepas que está bien que te pongas lo que quieras y lo que te gusta, muchas no contamos aún con ese privilegio.


Otra vez, gracias.




ESTILO DE CUARENTENA

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